Un traumatismo renal es cualquier lesión violenta ejercida sobre el riñón, tanto en humanos como en otros animales, por lo general, como resultado de un golpe contuso o una herida penetrante. Los traumatismos del riñón ocupan cerca del 3% de las hospitalizaciones por trauma y está presente en aproximadamente 10% de los pacientes que sufren un traumatismo abdominal. Sin embargo, 75% de los traumatismos renales se encuentran asociados con alguna otra forma de lesión abdominal.
Clasificación
La lesión renal se suele clasificar usando los criterios de Moore:3
- Grado I: contusión o hematoma que sobrepasan levemente la cápsula renal sin laceración del parénquima, asociado a hematuria macroscópica o microscópica.
- Grado II: hematoma perirrenal o laceración del parénquima con profundidad menor de 1 cm, sin extravasación de orina.
- Grado III: laceración del parénquima extendida más de 1 cm hacia la corteza, sin extravasación de orina.
- Grado IV: laceración profunda del parénquima renal que comprometen la corteza, la médula renal y interior del sistema colector. También puede presentarse laceración de un vaso sanguíneo; trombosis de una arteria renal segmentaria sin laceración del parénquima necesariamente, pero con la correspondiente isquemia de su territorio de irrigación sanguínea.
- Grado V: laceraciones mayores múltiples o estallido renal; desprendimiento de la arteria renal principal, vena renal o ambas o trombosis de la arteria renal principal.
Se consideran los grados I-II como traumatismos renales menores; los grados III-IV-V se consideran traumatismos mayores.
Etiología
La lesión traumática del riñón es, con más frecuencia, el resultado de golpes violentos con objetos romos y contusos, por lo general asociados a accidentes automovilísticos, caídas y lesiones deportivas. Las lesiones penetrantes del riñón pueden también ser el resultado de disparos o heridas punzantes.
Diagnóstico
Una lesión del riñón debe sospecharse en personas que presenten un antecedente reciente de lesión física, o que presenten con excoriaciones o abrasiones en el tórax, el abdomen o los flancos, así como en aquéllos con exposición a sustancias potencialmente tóxicas o infecciones del tracto urinario superior. Los signos de hemorragia y shock a menudo están presentes en traumatismos mayores, incluyendo frecuencia cardíaca rápida y disminución de la tensión arterial. La lesión tóxica o por infección severa puede causar insuficiencia renal crónica o aguda.
El análisis de orina puede mostrar sangre o la presencia de sedimentos o cristales, los cuales indican inflamación o acumulaciones tóxicas de ácido úrico u otras substancias.
Un hemograma puede indicar sangrado, infección, o inflamación. Otros exámenes de sangre pueden revelar niveles tóxicos de substancias sospechosas. Los electrolitos en sangre pueden revelar incremento del potasio, urea o creatinina cuando hay falla renal o extravasación de orina moderada.
La urografía con contraste, tomografía abdominal o resonancia magnética abdominal pueden mostrar daños específicos al riñón. Otros exámenes usados por algunos especialistas incluyen la gammagrafía renal, la angiografía de la arteria o de la vena renal y el pielograma intravenoso. La ecografía ha sido utilizada, pero su sensibilidad en casos de la evaluación renal es muy baja en comparación con la tomografía.
Dr. Julio Ramos - Nefrologo
Contacto: (0133) 3823-1001 y (0133) 3823-1002, Lada Sin Costo: 01-800-841-5727
No hay comentarios.:
Publicar un comentario