miércoles, 17 de febrero de 2016

Qué es un fármaco inmunosupresor








Los inmunosupresores son fármacos que bloquean la respuesta del sistema de defensa. Se emplean para la prevención y tratamiento del rechazo de un órgano trasplantado y actúan disminuyendo la capacidad del organismo de atacar las células del órgano trasplantado. Es un tratamiento crónico que se toma des del primer día del trasplante y en ocasiones pueden ser empleados en enfermedades autoinmunes: esclerosis múltiple, artritis reumatoide.


Cuando un paciente está en tratamiento con inmunosupresores es importante que: sepa de memoria el nombre del fármaco, cuando asista a un control médico informe sobre qué está tomando, no cambie las dosis prescritas por su médico y alertarse en caso de aparecer efectos secundarios.


Las revisiones de control de niveles de medicación en sangre se realizan en ayunas y sin tomar la medicación inmunosupresora. Es una extracción de sangre simple, aunque si tiene dudas consulte con un profesional sanitario.


En caso de vómitos tras la toma de los fármacos inmunosupresores se aconseja la toma de un jarabe/comprimido antiémetico que paralice los vómitos y tras media hora volver a ingerir la medicación. En caso de que los vómitos persistan es mejor acudir a su médico especialista el le ayudará a solventar el problema.


Cuando haya un error de dosis nunca debe intentar corregirlo en la siguiente toma, pida ayuda a los profesionales que le acompañan en sus controles. Volver a tomar el inmunosupresor se considera doble error.


Los efectos secundarios se agudizan, sobre todo, durante el primer período tras el trasplante. Es común la aparición de vello en la cara, aumento de peso, aparición de diabetes, vómitos, náuseas, diarreas, toxicidad renal, susceptibilidad a coger infecciones,… Todos ellos van desapareciendo a medida que el paciente evoluciona y requiere dosis inferiores de inmunosupresores.


Los síntomas de alerta son aquellos que nos pueden advertir de la existencia de alguna complicación. Podemos encontrar fiebre superior a 37.5ºC, hipertensión arterial con valores superiores a 140-90mmHg, alteración de la visión, dolor de cabeza, diarrea, vómitos o dolor abdominal durante 24 horas, dificultad respiratoria o tos persistente,… Es importante que si el paciente se encuentra bajo estos síntomas acuda a un servicio de urgencias.


El paciente recientemente trasplantado es susceptible de infección lo cual implica cuidados dietéticos específicos: lavar bien los alimentos, beber agua embotellada, evitar las grasas y los alimentos crudos. Una higiene corporal cuidadosa con ducha diaria, cepillado de dientes con cepillo blando tras todas las comidas y emplear enseres de aseo personal exclusivos. Se recomienda que el hogar esté ventilado, libre de humedades e insectos.


En cuanto a la vacunación se recomienda que hasta pasado un año del trasplante no se administren vacunas por su deficitaria respuesta en el organismo ya que no se crean anticuerpos. No se deben recibir vacunas de virus vivos o atenuados, siempre debe ser un médico quien le recomiende la vacunación.



Dr. Julio Ramos
Especialista en:  Enfermedades del RiñonTrasplante de RiñónHemodialisis.
Contacto: (0133) 3823-1001 y (0133) 3823-1002
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